El TDAH se define como un trastorno del neurodesarrollo cuya característica principal es un patrón persistente de inatención y/o falta de control de impulsos, que se da en mayor grado del observado habitualmente en la población infantil. Para su diagnóstico, ha de estar presente en más de dos contextos y ejercer un impacto negativo en la vida cotidiana del o la menor 1.
La asociación entre epilepsia y TDAH es objeto de múltiples investigaciones dada la alta comorbilidad entre los dos trastornos. Los estudios clínicos sugieren que alrededor de un 40% de los niños, niñas y adolescentes con epilepsia presentan TDAH 2. Además, se ha visto que la relación entre epilepsia y TDAH es bidireccional. Por un lado, el TDAH incrementa el riesgo de presentar crisis, y por otro, los y las pacientes con epilepsia tienen mayor prevalencia de TDAH que la población general. Actualmente no existe evidencia científica suficiente que pueda explicar completamente esta asociación. No obstante, la literatura propone posibles causas, como el efecto de los fármacos antiepilépticos, la existencia de una vulnerabilidad subyacente del desarrollo neurológico, el impacto provocado por la cronicidad de las crisis, la presencia de actividad epileptiforme subclínica, la existencia de una disfunción del sistema adrenérgico, o incluso, que pueda existir, en algunos núcleos familiares una alteración genética subyacente y común a ambos trastornos 2.
El grupo de trabajo sobre comorbilidades en epilepsia de la Comisión de Pediatría de la ILAE (Liga Internacional contra la Epilepsia) publicó una revisión sistemática 3 sobre el cribado, diagnóstico y tratamiento del TDAH en niños y niñas con epilepsia. De este documento de consenso se extrajeron las siguientes conclusiones. 1) Se ha visto que no existen diferencias en cuanto al riesgo de TDAH en niños con epilepsia en comparación con las niñas con epilepsia. 2) El uso de valproato durante el embarazo se asocia con falta de atención e hiperactividad en los y las descendientes. 3) Los niños y niñas con epilepsia y con discapacidad intelectual y del desarrollo tienen un mayor riesgo de presentar TDAH. 4) El impacto de la aparición temprana en el inicio de las crisis sobre el desarrollo de TDAH no está del todo claro, sin embargo, existe una mayor prevalencia en menores con un control deficiente de las crisis. 5) El valproato puede exacerbar los problemas atencionales en niños y niñas con epilepsia de ausencia infantil.
Por otro lado, se ha visto que el subtipo de TDAH más frecuente en epilepsia es el inatento. Los casos con presencia de TDAH combinado (inatención e hiperactividad) estarían relacionados con un inicio temprano de las crisis, peor control de éstas y mayor alteración cognitiva 4. Además, los estudios muestran mayor probabilidad de problemas de comportamiento con politerapia que con monoterapia.
La ILAE propone que la valoración de un posible trastorno de TDAH en menores con epilepsia se haga a partir de los seis años, o en el momento del diagnóstico. Además, aconseja que esta evaluación se repita anualmente, y siempre que se den cambios en la medicación antiepiléptica. Así mismo, los autores sugieren no realizar las pruebas hasta pasadas 48 horas después de una crisis.
Por otro lado, el documento explica que el diagnóstico debe incluir la presencia de profesionales de la salud con formación específica en TDAH, y el uso de pruebas neuropsicológicas para evaluar los procesos atencionales, como añadido a las pruebas establecidas para el diagnóstico. Además, se recomienda encarecidamente la realización de pruebas cognitivas estandarizadas (evaluación neuropsicológica exhaustiva) en caso de menores con epilepsia que presenten dificultades en la escuela. Esto se debe a que está ampliamente aceptado que en la asociación entre epilepsia y TDAH es frecuente encontrar problemas cognitivos que interfieren notablemente en el rendimiento escolar de los y las menores.
En cuanto al tratamiento del TDAH en menores con epilepsia, los estudios no indican diferencias a los utilizados en pacientes sin epilepsia. Así, se ha de ofrecer un enfoque multidimensional, con medidas farmacológicas y no farmacológicas que garanticen un mejor pronóstico. El tratamiento farmacológico con estimulantes como la atomoxetina y el metilfenidato muestran eficacia y no hay evidencia de que provoquen mayor número de crisis, aunque se necesitan más estudios a este respecto. Además, se aconseja el apoyo psicoterapéutico y la rehabilitación neuropsicológica que permita sistematizar las actividades escolares y sociofamiliares 3 4.
A falta de más estudios que aborden esta problemática, en la actualidad, se hace crucial seguir las recomendaciones propuestas por la ILAE, de manera que la valoración para el diagnóstico de TDAH sea rigurosa, evitando el sobrediagnóstico, y consiguiendo el mejor abordaje terapéutico posible a los y las menores y las familias.
Autora: Inmaculada Carmona Herrero, Psicóloga General Sanitaria y Neuropsicóloga de ALCE
Referencias
1 American Psychiatric Association – APA. (2014). Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales DSM-5 (5a. ed. –.). Madrid: Editorial Médica Panamericana.
2 Idiazábal Alecha, M. A., & Kosno, M. (2012). Trastorno por déficit de atención/hiperactividad y epilepsia en la infancia. Rev Neurol, 54(Supl 1), 89-93.
3 Auvin, S., Wirrell, E., Donald, K. A., Berl, M., Hartmann, H., Valente, K. D., … & Wilmshurst, J. M. (2018). Systematic review of the screening, diagnosis, and management of ADHD in children with epilepsy. Consensus paper of the Task Force on Comorbidities of the ILAE Pediatric Commission. Epilepsia, 59(10), 1867-1880.
4 Venegas, V., De Pablo, J. M., & Olbrich, C. (2020). Características clínicas del trastorno de déficit atencional e hiperactividad en epilepsia. MEDICINA (Buenos Aires), 80(Supl II), 58-62.