Las alteraciones cognitivas son observadas frecuentemente en personas con epilepsia, sobrevenidas por las características clínicas propias de la enfermedad y por el impacto que ejercen los tratamientos para el control de las crisis1. La heterogeneidad de la epilepsia no permite predecir un patrón cognitivo definido en estos pacientes, dado que se observan fluctuaciones en las evaluaciones. No obstante, en la mayoría de pacientes, las funciones que suelen verse afectadas son la atención, concentración, velocidad de procesamiento, funciones ejecutivas, y especialmente, la memoria.
En las últimas décadas han proliferado los estudios que proponen diferentes factores que podrían modular estas alteraciones, como son, variables demográficas (sexo y edad), variables clínicas (edad de inicio y duración de la epilepsia, frecuencia de crisis, número de fármacos antiepilépticos, hemisferio y lóbulo afectado, existencia o no de lesión cerebral), y factores quirúrgicos (tipo de cirugía y edad en el momento de ésta). Sin embargo, se ha prestado poco interés en el estudio de la afectación cognitiva derivada de la actividad epileptiforme subclínica.
La alteración cognitiva evidente durante y tras una crisis epiléptica, es algo aceptado y observado por los pacientes y sus familias. De igual modo sucede con la afectación cognitiva crónica, que, además, es valorable mediante una evaluación neuropsicológica. Sin embargo, se puede dar la circunstancia de que pacientes que mantienen un buen control de las crisis refieran quejas cognitivas que no son captadas por las pruebas neuropsicológicas. Esto puede deberse a que presenten afectación cognitiva transitoria debido a la existencia de actividad anómala, registrada en el EEG, sin presencia de síntomas clínicos evidentes (actividad subclínica). Así, se ha visto que los picos interictales observados en el EEG y la actividad epileptiforme fuera de la zona de inicio de la crisis, interrumpen los procesos de memoria y procesos cognitivos relacionados con el tejido subyacente2. Además, es sabido que los tiempos de reacción disminuyen cuando se realizan tareas, simultáneas, al registro de descargas de punta-onda subclínicas (p. ej., paroxismos de punta-onda lenta generalizados de tres ciclos por segundo)3.
De este modo, dado que se ha visto que las alteraciones leves del EEG se asocian con déficits cognitivos, al interrumpir transitoriamente el procesamiento cortical, incluso en ausencia de crisis manifiesta4; deberían considerarse como un aspecto más a evaluar en el tratamiento integral de la enfermedad. Sería conveniente, sobre todo en población infantil, que se incluyeran registros de EEG simultáneos a la realización de tareas cognitivas con el fin de detectar en qué medida puede afectar la actividad subclínica a la cognición del paciente. De este modo, en personas donde son evidentes los periodos de fluctuación cognitiva, se podrían encontrar patrones temporales de mayor actividad. Esta información sería muy valiosa dado que si el paciente, los padres, y educadores son conscientes del impacto que ejerce la actividad subclínica, y los momentos donde existe más probabilidad de que aparezca, se podrían promover estrategias para actuar en consecuencia.
El conocimiento y concienciación por parte de los pacientes, su entorno (familiar, laboral y escolar), y de la sociedad en general de este aspecto, se hace crucial para un mejor entendimiento de la enfermedad, y para facilitar la adaptación de las personas con epilepsia en los distintos ámbitos vitales (laboral, académico y sociofamiliar) con la consiguiente mejora en su calidad de vida.
Referencias
1 Kanner, A. M., Helmstaedter, C., Sadat-Hossieny, Z., y Meador, K. (2020). Cognitive disorders in epilepsy I: Clinical experience, real-world evidence and recommendations. Seizure, 83(12), 216-222. doi.org/10.1016/j.seizure.2020.10.009
2 Ung, H., Cazares, C., Nanivadekar, A., Kini, L., Wagenaar, J., Becker, D., … y Davis, K. A. (2017). Interictal epileptiform activity outside the seizure onset zone impacts cognition. Brain, 140(8), 2157-2168. doi: 10.1093/brain/awx143
3 Schwab, R.S. (1991). Method of measuring consciousness in attacks of petit mal epilepsy. Arch Neurol Psychiatr
4 Landi, S., Petrucco, L., Sicca, F., y Ratto, G. M. (2019). Transient cognitive impairment in epilepsy. Frontiers in molecular neuroscience, 11, 458. doi.org/10.3389/fnmol.2018.00458
Autora: Inmaculada Carmona Herrero. Psicóloga General Sanitaria y Neuropsicóloga de ALCE