ALCE ha elaborado un protocolo de prevención con medidas especiales de limpieza y desinfección para atender a las personas con epilepsia y familiares con las máximas garantías. Estas medidas serán comunicadas a las personas que soliciten la cita y expuestas en carteles informativos en la propia sede de la entidad, manteniendo así el compromiso con la salud y la seguridad y prevención del contagio del COVID-19.
En palabras de Mercedes Hernández, presidenta de ALCE » es evidente que las necesidades de atención y terapia de las personas con epilepsia y sus familias han crecido durante el confinamiento y por ello hemos realizado un esfuerzo para seguir estando a su lado desde los primeros momentos de la pandemia y creemos que reiniciar la actividad presencial de forma individual es un paso más en dicho esfuerzo. Agradecemos la labor del personal sanitario que está haciendo todo lo posible para atender adecuadamente a las personas con epilepsia y esperamos que la Conselleria de Sanidad refuerce esos recursos para volver cuanto antes a esta nueva normalidad»

En ALCE señalan que siempre han apostado por intentar seguir atendiendo a las personas con epilepsia y sus familias con los recursos asistenciales disponibles y recuerdan que que todos los programas de atención a las personas con epilepsia que ALCE lleva a cabo, se han desarrollado sin interrupción durante estos meses que ha durado el estado de alarma. De esta forma, las profesionales especializadas de la entidad siguieron atendiendo a distancia a las personas con epilepsia y sus familias con los programas de neurorrehabilitación y neuropsicología, atención psicológica, programas de inserción y asesoramiento social y laboral, terapia musical, grupos de ayuda mutua y talleres de psicomotricidad para los niños y niñas.