MANIFIESTO EN DEFENSA DE LOS DERECHOS DE LAS PERSONAS CON EPILEPSIA Y DE SUS FAMILIAS
En la Campaña del Día Nacional de la Epilepsia 2025 “Ponle voz a la Epilepsia”, y en el marco de desarrollo e implementación del “Plan de Atención a la Epilepsia en la Comunidad Valenciana 2019-2023”, desde ALCE alzamos la voz para visibilizar la realidad de la epilepsia y reivindicar el respeto y cumplimiento de los derechos fundamentales de quienes conviven con esta enfermedad y de sus familias.
La epilepsia es una condición neurológica que afecta a millones de personas en todo el mundo. Sin embargo, más allá del diagnóstico médico, muchas de estas personas enfrentan barreras sociales, laborales, educativas y culturales que vulneran su dignidad, limitan su autonomía y dificultan su plena inclusión en la sociedad.
Reivindicamos:
- El derecho a una atención sanitaria integral, especializada y continuada, que incluya el diagnóstico temprano, el tratamiento adecuado, el acceso a la medicación necesaria, el seguimiento psicológico y neuropsicológico, así como la rehabilitación funcional y social.
- El derecho a la educación inclusiva, sin discriminación ni estigmas, garantizando la adaptación curricular, la formación del profesorado y el acompañamiento psicosocial para el alumnado con epilepsia.
- El derecho de acceso al empleo, garantizando la igualdad de oportunidades para las personas con epilepsia, compensando las limitaciones que puedan derivarse de su situación, con medidas que promuevan la equidad y la inclusión laboral.
- El derecho al mantenimiento del empleo y sus mejoras, combatiendo prejuicios y estereotipos en el ámbito laboral, garantizando una evaluación justa de las capacidades de las personas con epilepsia, y promoviendo entornos seguros y accesibles.
- El derecho a la vida independiente, la autonomía personal y la participación plena en la comunidad, facilitando apoyos personalizados, recursos sociales adecuados y entornos que respeten la diversidad funcional.
- El derecho a la protección social de las familias cuidadoras, reconociendo su papel fundamental en el acompañamiento y cuidado, facilitando y asegurando recursos de respiro, apoyo psicológico, conciliación y ayudas económicas.
- El derecho a la no discriminación, la dignidad y el respeto, en todos los ámbitos de la vida, erradicando el estigma social y promoviendo campañas de sensibilización y educación pública sobre la epilepsia.
- El derecho a ser escuchadas y participar activamente en la toma de decisiones, tanto las personas con epilepsia como sus familias, en las políticas que les afectan directamente, desde un enfoque de derechos y de vida plena.
Exigimos:
- La implementación de políticas públicas específicas que aborden las necesidades de las personas con epilepsia de forma transversal: en sanidad, educación, acceso al empleo, mantenimiento de puestos de trabajo, servicios sociales y participación ciudadana.
- La creación de protocolos de atención y emergencia adecuados sobre cómo atender una crisis de epilepsia en centros educativos, espacios públicos y entornos laborales.
- El compromiso firme de las administraciones, instituciones, profesionales y ciudadanía en la defensa activa de estos derechos.
Porque tener epilepsia no debe ser sinónimo de exclusión.
Porque cada crisis debe ser atendida con comprensión y medidas de actuación adecuadas.
Porque la igualdad de oportunidades no puede ser un privilegio, sino un derecho.
Por una sociedad donde todas las personas vivan con dignidad, autonomía y respeto.
Hoy y siempre, nos unimos en defensa de los derechos de las personas con epilepsia y de sus familias.
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